Extensiones asoladas

Raíces, aparentemente inertes,
que no sienten ni padecen,
troncos despeñados, carcomidos,
ramas..., ramas plagadas de corrosión,
hojas..., no las encuentro,
ya no me despiertan los cantos,
de animales que aquí anidaban,
me consuela que algunos lograron escapar.

















Nos acordamos cuando faltan,
y su figura desaparece de nuestro campo visual,
pensar que durante décadas se entregaron
a crecer, decorar y favorecer nuestras vidas,
proporcionar aire puro, cabañas cuando niños, columpios,
nos entregaban sus frutos en las merendolas de verano,
nos acogían, nos escondían,
cuando realizábamos las trastadas matutinas,
y se lo agradecemos con un llamarada,
con vahos apestando a goma quemada.

FIRMADO: JGG