14 julio 2008

Adolescencia

En la culme de la infancia,
en el umbral de la juventud,
un rizo,
sé enrreda en mi consciencia,
mientras, una cadena, ata lo incorpóreo,
los eslabones,
van dejando cicatrices,
llantos desgarradores,
susurros incondicionales,
suenan dentro de mi.

Aceptando, ubicando,
errores imposibles, de destruir en el olvido,
por el paso de la vida,
conociendo historias de gente sin alma,
deseando usurpar lo útil de ti,
por el tiempo futuro amen.

Que sé yo,
desde una perspectiva cotidiana y moda conflictiva,

nuestro “yo” comenzó en el útero de nuestra madre,
unos nueve meses antes de la edad que ahora tenemos.


Lo veo venir, lo siento surgir,
veo, como se ensaña conmigo,
que lastima vivir a su merced,
observo sentado,
como provoca tempestades en mi,
veo olas que mueren en mi espalda,
siento mareas que azotan la costa,
no veo solución,
tan solo,
morir en su interior.

1 Comments:

Blogger Amaranta said...

Gracias por tus palabras, me hicieron pensar y me sentí reconfortada.
Un abrazo, Amaranta

9:50 a. m.  

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